Últimamente he tenido varias conversaciones con amigos que están pensando iniciar un negocio online pero les estresa mucho el no saber si tienen “vena” de empresarios, y sobre todo ¿qué van a vender?. No han podido llegar a definir la idea que los motive para seguir adelante y verse siendo independientes en esta nueva realidad, y es que la situación no está fácil, mucha gente ha perdido su trabajo, la economía no se ve bien a futuro y dentro de todo, el mundo gira tan rápido que parecería complejo seguirle el paso.

Si al leer esto te has podido identificar, quiero decirte que las cosas son más fáciles de lo que parecen, a lo largo de los años he podido identificar dos tipos de personas:

  • El primer tipo de personas son las que aman los retos, la adrenalina y la emoción de lanzarse solos a poner un negocio, no tienen miedo de caerse y levantarse y si no tienen recursos los buscan de debajo de las piedras pero se lanzan a la aventura de ser independientes, sin un sueldo fijo, en resumen, se lanzan a emprender.
  • El segundo grupo son los que aman los retos, la adrenalina y la emoción de pertenecer a una empresa y tener la certeza de recibir un sueldo cada quincena y si bien, a veces el jefe no les encanta o lo sufren, lo consideran parte del “paquete” empresarial que los deja dormir con tranquilidad sabiendo que tienen trabajo, se desarrollan y crecen profesionalmente muchísimo y aunque ser empleado es una aventura menos riesgosa no deja de ser emocionante,  satisfactoria y divertida.

¿A qué grupo perteneces? Ninguno es bueno ni malo, todo depende de que quieres en la vida y con que te identificas, las dos cosas son espectaculares, son buenas, divertidas y ambas significan logros y  sacrificios. En este artículo me voy a enfocar al primer grupo de personas, las emprendedoras.

Se qué puede resultar abrumador el no saber que hacer y  por lo tanto sentirse perdido dentro las posibilidades que significan el “poder hacerlo todo”, y es que en realidad cuando estás pensando que hacer, tienes todas las opciones frente a ti y eso puede ser abrumador pero a la vez muy emocionante.

Al momento de elegir tu producto o servicio, puedes decidir seguir tu pasión y lo que sientes que te mueve en la vida y de ahí crear tu empresa, o puedes analizar el mercado y ver cual es la necesidad en el mercado y tratar de cubrirla con tu oferta. La primera opción es la que “llena el alma”, y nos hace sentir plenos pero se requiere de análisis del mercado para definir si lo que es tu pasión es también negocio, cosa que lamento informarte … no siempre es así, pero eso no es razón para que tires por la borda tu idea y lo que te motiva, simplemente requerirá de mayor esfuerzo para hacer que la gente te compre.

En cambio, la segunda opción donde cubres una necesidad va a ser mucho más fácil para venderse, aunque obviamente también requiere análisis y punto de diferenciación, porque seguramente lo que tu estás viendo muchas otras personas también lo vieron y habrá competencia.

Entonces, ya sea para seguir tu pasión o para cubrir una necesidad claramente definida, debes pensar en ¿qué es lo que va a hacer que te compren a ti y no a otros?  El punto de diferenciación que te separa del resto se llama Propuesta Única de Valor.

Como lo dice su nombre, la Propuesta Única de Valor debe ser la razón de compra de tu consumidor, el factor diferenciador que te separa de la competencia y hace que se decidan por tu producto y no por otra cosa que se ofrezca en el mercado.  Este diferenciador debe ser sostenible en el tiempo ya que si la primera vez que consumen tu producto es espectacular y la segunda vez la experiencia es “normal”, perderás la razón por la que te compraron en un inicio.

Siempre hay alguna forma de innovar, eso tenlo por seguro, de inicio, cualquier negocio existente es distinto al que tú hagas porque ¡no te tiene a tí! Así que considera eso siempre para cuando creas que “todo está hecho” y no hay por donde hacer más.

El producto que venderás,  puede ser algo tangible o intangible, dependiendo de lo que tengas en mente, tus recursos y hasta donde quieras llegar.  En lo personal cada vez que estoy por lanzar un proyecto, hago una lista de mis opciones y analizo cuál es la que me “mueve” y con eso me refiero a lo que mencioné antes respecto a seguir tu pasión, para mi, si no me da cosquillas en el estómago, no lo hago, así que ese es mi primer filtro.  Después, realizo un estudio de la competencia, analizo todo lo que hay en el mercado y vuelvo a sentarme a pensar cómo puedo yo ser diferente o cubrir una necesidad de forma distinta.  Y ahí empiezo a diseñar lo que haré.

Al final,  todo es un proceso y una metodología pero siempre hay espacio para innovar, para emprender y crear algo único que todos quieran tener.

Así que dime ¿qué idea tienes hoy para emprender? Me encantaría saber de ti, deja en los comentarios que piensas y que te gustaría hacer.

¡Hasta la próxima!

Fabiola

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